La “Guerra fría” provocó el boicot de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980
Iván Torres
Ya en otras ocasiones los conflictos bélicos han detenido la actividad deportiva de un país. La “Guerra fría” provocó el boicot de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 y los soviéticos respondieron con su ausencia en Los Ángeles 1984. La Segunda Guerra Mundial, evidentemente provocó un paro tanto de Copa del Mundo de Futbol, como de los juegos del movimiento olímpico. Los boicots deportivos-políticos siempre han existido, Stalin no permitió que el fuego olímpico pisara suelo soviético en su camino a Helsinki en 1952, inventó argucias para participar de manera distinta en aquella justa veraniega. Quería ganarle a la potencias occidentales a toda costa. Para Melbourne 1956, el conflicto en el Canal de Suez motivó a Líbano e Irak a no asistir solicitando se expulsara a franceses, británicos e israelíes por su intervención en Egipto. Hay muchos otros sucesos de la intervención política en el deporte.
Ante el conflicto con Ucrania desatado la semana pasada, el boicot deportivo sobre Rusia no tiene precedentes, los organismos deportivos con poder mundial le están vetando de toda actividad. La Fórmula 1 canceló el Premio en Sochi, así mismo, la escudería estadounidense Haas retiró las banderas del auto de su piloto ruso Nikita Mazepin, el futbol se pronuncia y la FIFA le invalida a los rusos su clasificación al Mundial de Catar. Tenistas, golfistas, atletas que compiten alrededor del mundo están en la disyuntiva de participar con una bandera neutral. Se está perdiendo el sentido que el deporte ha inculcado a la humanidad.