El pasado 22 de febrero se llevó a cabo la elección del nuevo presidente del CAEQ en un proceso sumamente transparente
Raúl Lorea
Tras mi intervención en diferentes actividades y colectivos de participación ciudadana, veo muy sano que los liderazgos cambien cada cierto tiempo. Dentro de esos cambios, el Colegio de Arquitectos del Estado de Querétaro (CAEQ) tiene definidos los plazos y el proceso democrático para la renovación de su presidencia.
El pasado 22 de febrero se llevó a cabo la elección del nuevo presidente del CAEQ en un proceso sumamente transparente. Llamó mi atención que los votos se cuentan uno a uno ante la vista de todos.
Del total de votos ejercidos (266), poco más del 42 por ciento benefició al arquitecto Mario Rodríguez, mientras que el 57 por ciento fue para el arquitecto Aldo Alfaro, declarándolo presidente electo para el periodo 2022-2024.
Según comentarios de compañeras y compañeros, fue una campaña muy limpia destacada por la civilidad y por las propuestas. Mis respetos para ambos candidatos.
Aprovecho para reconocer el trabajo de la saliente presidenta, la arquitecta Isabel Fonseca, por haber llevado un proceso democrático apegado a los estatutos, además de una gestión muy bien lograda a pesar del entorno pandémico.
Como arquitectos, tenemos un compromiso con la sociedad y la arquitecta Isabel se atrevió a abordar el tema con nosotros y a gestionar que las autoridades nos permitieran exponer nuestra visión sobre la regeneración urbana de la avenida 5 de Febrero.
Nos toca a las agremiadas y a los agremiados cerrar filas con la nueva presidencia, desear éxito al arquitecto Alfaro en esta gestión que comienza y poner nuestro granito de arena para contribuir a los objetivos del gremio y aportar a la sociedad para tener un mejor Querétaro.