En semifinales, despachó al italiano Berrettini en cuatro capítulos y lo que sucedió en la final ante el ruso Medvédev fue realmente épico
Iván Torres
El tenista español acrecentó su dolor de una vieja lesión en el mes de julio del 2021 que puso en duda seguir con su carrera al máximo nivel. Nadal sufre del síndrome de Müller-Weiss; es la afectación en del hueso escafoides del pie y no permite la biomecánica correcta en el vértice del arco interno, es decir, ‘Rafa’ juega con dolor todo el tiempo.
Hasta hace un mes y medio no sabía si volvería a jugar un Grand Slam. Además, el jugador español salió de la enfermedad de COVID-19 tres días antes de su debut en el Abierto de Australia. Tras enfrentar en la primera ronda al estadounidense Marcos Girón el 16 de enero, perdió un solo set en cuatro rondas, en cuartos de final, aunque se fueron a cinco sets, dominó prácticamente al canadiense Denis Shapovalov.
En semifinales, despachó al italiano Berrettini en cuatro capítulos y lo que sucedió en la final ante el ruso Medvédev fue realmente épico. Después de perder dos sets, en el tercero, cuando ‘Rafa’ estaba prácticamente derrotado, el propio español cambió la historia, el poder de su mente fincó en su resiliencia ya tradicional en él para entender que podía ir por su Grand Slam número 21. Medvédev comenzó a cometer el error de la desconcentración, de la confianza, y perdió la estabilidad cuando permitió que el apoyo del público cambiara de cancha, se metió con el árbitro y llegó la decadencia. Ante un rival que destruye con la mente y un poderío en su talento para jugar, no te lo puedes permitir.
Alguna vez, un tenista que enfrentó a Nadal (André Agassi) mencionó que te destruye con la mentalidad ganadora que se hace presente especialmente cuando va cuenta arriba. Su tío y exentrenador, Toni Nadal, también lo dice: “Tiene un temperamento especial. He enseñado a muchos a luchar, pero nadie tenía la resistencia de Rafael”.
Eso fue lo que pasó el pasado domingo en la Arena Rod Laver: vimos la mejor versión de la fortaleza mental de un atleta ante la adversidad. Una hazaña que recordaremos por mucho tiempo.