El mayor desafío a un sistema político estable han sido la guerrilla y el narcotráfico
Alejandro Gutiérrez
Colombia ha sido una de las economías más estables de América Latina, pero de las más desiguales en cuanto a ingresos de sus ciudadanos y de las que tienen mayor informalidad en el mercado laboral del continente. Con la COVID, la pobreza escaló hasta un 42.4 por ciento de la población.
El mayor desafío a un sistema político estable han sido la guerrilla y el narcotráfico. Apenas en 2016 se firmaron los acuerdos de paz para poner fin a las acciones de las FARC que, siguiendo las consignas cubanas, violaron derechos humanos usando minas antipersonales, artefactos bomba, masacrando comunidades enteras, secuestrando y desplazando a mucha gente de sus lugares de origen. Desde los años 70, se involucraron en el narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión, el contrabando y el robo de petróleo.
Otro grupo importante fue el M19, que efectuó la toma del Palacio de Justicia en Bogotá en noviembre de 1985, lo cual concluyó con el incendio del inmueble, la muerte de los magistrados y de varios actores.
El próximo 29 de mayo habrá elecciones presidenciales de primera vuelta, en las que se perfila un exguerrillero del M19, Gustavo Petro Urrego, que es la carta fuerte de la izquierda y del Foro de Sao Paulo para incrementar su presencia y poder en América Latina. El candidato no tiene la menor idea de cómo se maneja la economía, desconociendo elementos esenciales, pero eso es lo de menos para sus impulsores y simpatizantes.
El pasado 27 de enero se efectuó un debate entre Petro y dos de sus probables contrincantes; uno de ellos, discípulo del uribismo y protegido del actual presidente Iván Duque.
Álvaro Uribe, presidente de 2002 a 2010, alcanzó un notable éxito por su lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, permitiendo la asesoría y presencia norteamericana. Bajó los índices de violencia, asesinatos y secuestros, también los del desempleo y la inflación, incrementando el crecimiento de la economía. Pero debido a su éxito y sus ligas con Estados Unidos se ha vuelto el enemigo por vencer en tanto sus seguidores no han demostrado los alcances de Uribe.
Uno de los países clave de Latinoamérica, dada su estabilidad, su vecindad con el Estado fallido de Venezuela, la actividad de la economía criminal que ha vuelto a permear niveles gubernamentales, puede caer en mayo. El increíble caso chileno se puede repetir.