Un tema develado a partir de la irrupción de la COVID-19 fue la salud mental. El encierro obligado en muchos grupos poblacionales provocó ansiedad, depresión e incluso adicciones a diversas sustancias como el alcohol y el tabaco.
Esto ha traído como consecuencia una disminución en el bienestar físico y psicológico de las personas. Aunado al problema de sustancias prohibidas en nuestro país, esto ha derivado en un dolor de cabeza para las instituciones, pues la demanda es mucha y la atención no alcanza para todos los ciudadanos.
Por ello es necesario resaltar los esfuerzos que existen en Querétaro por impulsar nuevo modelos de salud mental que apelen a atender de forma integral estas problemáticas que derivan en el rompimiento del tejido social y destruyen familias enteras. Se ha vuelto necesario enfocar los recursos disponibles para procurar un equilibrio entre nuestro bienestar físico y mental y así consolidar una sociedad sana. En este sentido, en nuestra edición de hoy abordamos esta situación en la que se vislumbra una propuesta holística que puede atender este problema.
La Vocería Organizacional exhortó a mantener las medidas sanitarias ante la COVID-19 para evitar el ausentismo laboral y que ello derive en un daño sobre la recuperación económica. ¡Sigamos cuidándonos!
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