Iván Torres/Rotaciones
En lo particular siempre los Juegos Olímpicos de Invierno me ha parecido enigmáticos, mágicos, asombrosos, retadores, de otro mundo.
A partir del 4 de febrero vibraremos con las competencias olímpicas y aunque resulte descabellado, tendremos representación mexicana.
En patinaje artístico, Donovan Carrillo, Sarah Schleper y Rodolfo Dickson en esquí al pino y Jonathan Soto en esquí de fondo o campo traviesa. Este último es un duranguense pero que tiene algo que ver con Querétaro. Resulta que hace tiempo, Soto, comenzó a entrenar con el queretano Germán Madrazo, el primer mexicano en llegar a unos Juegos Olímpicos de Invierno en esta especialidad, justo hace cuatro años, en PyeongChang 2018.
Germán cumplió su sueño de participar en una justa invernal y ahora ha inspirado a otros para hacerlo, estableció un sistema de entrenamiento a distancia y les ha enseñado el camino para participar y también cumplir su sueño. Jonathan Soto logró clasificar en el Mundial celebrado el año pasado. Es el alumno más avanzado de Germán, quien ha conseguido tener una selección de cinco integrantes, un equipo atípico porque entrenan a distancia, pero supervisados por el ex atleta olímpico.
Los esquiadores mexicanos son, Antonio Pineyro entrena en Japón, Pedro Montes de Oca en Austria, Rodrigo Rangel en Canadá, Jonathan Soto en Minnesota y finalmente Regina Martínez también en Minnestota, y es la primera esquiadora mexicana de fondo en competir en un mundial el año pasado, no pudo conseguir plaza olímpica, pero sabe que pudiera conseguirlo en la próxima oportunidad.
Son historias de vida, recuerdo que hace cuatro años Germán llegó en último lugar de la competencia, sin embargo, el mundo del olimpismo lo vio como una gran hazaña al ser un atleta de 42 años que conseguía terminar después de haber fijado un objetivo sin declinar, siempre he dicho que las hazañas son para los valientes que se atreven a completarlas y el fue caso de Germán que hoy está decidido, como lo ya lo ha mencionado “ni quiero que mi experiencia olímpica quede en lo anecdótico, sino que tenga continuidad en las nuevas generaciones”, eso es dejar un legado.