Fernando Islas
El partido-movimiento en Querétaro vive una realidad distante a la que, a nivel nacional, distingue a la organización política que hizo realidad la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la silla presidencial. Si bien la izquierda partidista jamás ha tenido los mejores resultados en nuestro estado, es importante señalar que, en el 2018, Morena dio un salto importante en cuanto a espacios de representación popular ganados. Desafortunadamente, la inmensa mayoría de las regidoras y los regidores pasaron sin pena ni gloria, con valiosas excepciones como Ivonne Olascoaga y la maestra Ofelia del Castillo que, hoy en día, es la única presidenta municipal con la representación de Morena y, por si fuera poco, su municipio fue el único triunfo del pasado proceso electoral de junio para el partido obradorista en nuestra entidad.
Por si esto fuera poco, las diputaciones plurinominales ganadas no representan la defensa e implementación del Proyecto Alternativo de Nación. Ningún diputado o diputada de la actual bancada es miembro activo de Morena, inclusive algunos han dejado entrever su intención de renunciar a su adscripción al grupo legislativo de la 4T.
Hoy, Morena y sus representantes populares tienen la obligación no solo de aprender a vivir en la justa medianía que la austeridad republicana mandata, sino abandonar sus escritorios y el ‘glamour’ que la curul brinda a todas y todos aquellos que tienen el honor de ocuparla. Urge que vayan a comunidades y barrios a conocer de primera mano las necesidades de una población que históricamente ha sido olvidada e ignorada en toda la extensión de la palabra, trabajar a favor de la gente que menos tiene y legislar para que la lucha de los grupos más desfavorecidos sea visibilizada y reconocida; por cierto, el ejemplo se está poniendo desde el Senado.
Urge que el partido-movimiento ponga en marcha sus motores, la imagen de AMLO no lo es todo y ya quedó demostrado en el vergonzoso descalabro de mediados de año, el trabajo honesto y cercano a la población es lo único que puede garantizar que la 4T llegue a Querétaro.