Sergio Arellano
La conversación se puso brava. Les comparto que, en el transcurso de esta semana, se dio a conocer la postura de la Comisión de Bienestar Animal del Congreso local de la Ciudad de México que pretende eliminar las corridas de toros a través de una reforma a la Ley de Protección Animal.
La comunidad taurina, así como la monumental Plaza México, expresaron su rechazo debido a que no se promovió un diálogo incluyente con los sectores involucrados. Esto es cierto, más allá de posturas personales, las legisladoras y los legisladores deben de abrir los foros para una discusión amplia y tendida sobre un tema que se pretende normar. Muchas personas intervienen en el mundo de la tauromaquia, desde el diseño de la vestimenta hasta la propia ganadería. Por ello, para tomar una decisión acertada, debe privilegiarse el entendimiento con la debida fundamentación y motivación de la propuesta.
Desde un planteamiento propio, considero que puede construirse algo que sea conveniente para quienes están a favor y en contra. Me refiero al hecho de que debe promoverse la cultura, el arte y las tradiciones que conlleva el toreo, pero sin la necesidad de lastimar a un ser vivo. A nivel internacional, se ha abordado con lujo de detalle, la protección integral de los animales desde un aspecto humano. Les explico.
Les comparto el caso de Sandra, una orangutana en Argentina a la que le concedieron la protección del habeas corpus en virtud de que el zoológico en donde estaba resguardada, la tenía en un descuido inhumano. Bajo esa sintonía, no sería extraordinario el abogar por la fauna en una situación de peligro, maltrato y, en su defecto, tratos crueles. Cabe recalcar que ya existen precedentes de prohibición en la República Mexicana.
Todo esto que le relato, estimada o estimado lector, sirve para asumir una opinión congruente y bajo la observación de todas las aristas. Espero que la Legislatura capitalina tome con seriedad un asunto tan importante que puede desembocar en un referente para las demás localidades del país. ¿Creen que Querétaro esté preparado para esta conversación? Si no es así, la argumentación jurídica será quien decida.