José Urquiza Ruiz
A través de una convocatoria abierta, el Foro para la Regeneración Urbana de la Av. 5 de Febrero de la semana antepasada abrió el espacio para la participación ciudadana. Por ello, pudieron asistir los representantes de colectivos, activistas y la academia, además de especialistas no colegiados cuyas voces pocas veces son escuchadas.
El motivo que impulsó este ejercicio fue la crítica que enfrentó, en redes sociales y medios de comunicación, el anuncio por parte del Ejecutivo Estatal sobre la intención de construir un segundo piso de cuota como solución a la congestión vial. Tantos han sido los argumentos y posiciones que soportan esta negativa que sería imposible mencionarlos en esta columna, pero le sugiero al lector referirse a los posicionamientos publicados por el grupo de Promotores del Plan Q500 y el Observatorio Ciudadano de Movilidad.
Personalmente, considero que el proyecto final podría ser una solución híbrida que atienda los acuerdos alcanzados en el foro antedicho: por un lado, un bulevar urbano con características de calle completa (con prioridad peatonal, transporte público segregado, ciclovías y áreas verdes) en los tramo entre Av. Zaragoza, Av. Tlacote y Av. Universidad, cambiando los puentes existentes por un viaducto elevado libre de peaje, así como la reingeniería del paso vehicular de Av. Carrillo; por otro lado, un corredor de Transporte Público Sostenible a lo largo de toda la vialidad mediante un sistema transporte tipo Qrobús con trolebuses biarticulados.
MT