Alejandro Gutiérrez
Ya tiró los mercados de valores de las principales economías el pasado viernes; también hizo que el precio del barril de petróleo cayera en un 13 por ciento y que varios gobiernos determinaran algún nuevo tipo de confinamiento, al igual que se restringieron los permisos de viajar, sobre todo desde Sudáfrica, país que lanzó la llamada de alerta ante la aparición de una nueva mutación y variante del SARS-CoV-2.
Esta nueva variante ya se esparció a los cinco continentes, si bien en América casos de infectados solo se habían comprobado en Canadá. Ya la Organización Mundial de la Salud la bautizó como ómicron y, mientras se esparce, en una lucha contra el tiempo se estudian tanto su letalidad como sus características y si las vacunas existentes pueden ser eficaces.
No es la primera variante del virus causante de la COVID que ha surgido. Previamente aparecieron la épsilon en California, la gamma en Brasil y también la beta en Sudáfrica. Ninguna de estas se ha esparcido masivamente por el mundo y afortunadamente hasta ahora han podido ser contenidas o no han alcanzado la fuerza epidemiológica, o ambas.
Empresas como Pfizer han anunciado que están en capacidad de modificar rápidamente el ARN mensajero de sus vacunas para enfrentar esta nueva variante en caso de ser necesario y otras han subrayado el hecho de que la mayoría de las vacunas existentes generan una protección a base de células T, que son anticuerpos especializados que produce el organismo humano, y que los virus no pueden evadir del todo.
Lo mismo se habla de que ómicron es un virus más agresivo y con mayor capacidad de difusión, que el daño que produce es menor y con baja tasa de letalidad. La verdad aún no sale a la luz y se encuentra bajo estudio.
Lo cierto es que esta pandemia aún no está bajo control, que en nuestro país la segunda ola está en un franco descenso en la gran mayoría de los estados, si bien en ocho de ellos se observan rebrotes –los más serios en Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas y Nuevo León–, pero, aunque en menor proporción, también hay rebrotes en Aguascalientes, Guerrero y Querétaro.
Las medidas preventivas no deben olvidarse y se debe evitar la asistencia a reuniones masivas. Esto, además de la vacunación, es esencial.