Los efectos de la movilidad de fin de año ya se sienten, no solo por la ‘meseta’ en los casos de COVID-19 que anteceden a la tormenta de la cuarta ola, sino por los accidentes de tránsito que ya reportan los servicios de emergencia.
El Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) revela que la temporada de festividades, que para ellos empieza el 27 de octubre, ya registra un aumento, lo que resulta preocupante por el fenómeno en sí; pero las probabilidades de consecuencias fatídicas incrementan si recordamos el dato que reveló el Inegi, la semana pasada, de que Querétaro es la tercera entidad con la mayor mortalidad en accidentes de tránsito.
La dinámica de la metrópoli, que cada vez se advierte más caótica en su tráfico; las fiestas de fin de año, la vulnerabilidad ante las enfermedades respiratorias por la temporada invernal y, por si no fuera suficiente la pandemia, los siniestros de tránsito, que son el pan de cada día. Todo eso hace el coctel perfecto para elevar la guardia.
En la edición de hoy, también presentamos los datos revelados por el Instituto Queretano del Transporte que muestran un poco de lo que se vive todos los días con las unidades urbanas; según sus propios datos, cada año se registran, en promedio, mil 500 accidentes en donde está involucrado uno de estos vehículos. Es un número elevado si tomamos en cuenta que la flotilla de Qrobús suma poco más de mil camiones.
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