Enrique Mireles
Eso de que este Gobierno señala, juzga y trata a todos por igual, es una mentira más grande que el supuesto fin del mundo en 2012, y es que hemos podido ver cómo dos exfuncionarios federales del sexenio de Peña Nieto, involucrados en presuntos actos de corrupción, son tratados a contentillo de lo que convenga en el Palacio Nacional.
Esto no es chisme de pasillo; la prueba está ahí, a la vista de usted y de mí. Después de ganar su amparo para que su caso fuera revisado y poder solicitar el continuar su proceso en libertad condicional, a Rosario Robles, examigui de Andrés, le dijeron que no, porque el riesgo de que se fugara estaba muy canijo, y bueno, dejémoslo en un OK.
Pero entonces, ¿por qué esta no se la aplicaron al exdirector de Pemex que sí se fugó? ¿Tiene menos riesgo de fugarse alguien que YA SE FUGÓ? ¿Sí se acuerdan que lo agarraron en España, verdad? Bueno, pues mientras Rosario se queda encerrada, Emilio Lozoya ahí anda, paseando y cenando, como si nada.
Bien dicen por ahí que la venganza se sirve fría y el pato de los restaurantes de las Lomas está muy caliente para la señora Chayito Oaks. No queda ninguna duda, LozoYA la libró por ser cu4Te, y los que ya no lo son, no.