Raúl Lorea
¿Qué hace usted cuando nota una tapa hundida en la calle? ¿La reporta o solo la esquiva continuando su camino?
Tras las recientes lluvias se hicieron notorios los graves deterioros que ha sufrido nuestra ciudad. Particularmente, el Centro Histórico fue testigo de un acontecimiento que para mí debería ser un foco rojo para la Administración pública de cualquier orden de Gobierno y debería ser detonante de acciones contundentes para solucionar el problema: el pasado 14 de octubre, en redes sociales se compartió que cayó una persona con discapacidad visual en un registro sin tapa.
El incidente ocurrió mientras las autoridades determinaban de quién era jurisdicción (Municipio, Agua Potable, CFE, Drenaje Sanitario, Drenaje Pluvial, Telefonía, Telecable) y se colocó un señalamiento para evitar que un vehículo cayera en el registro; sí, solo para los vehículos.
No es el único caso; pasa con peatones, ciclistas, madres de familia, estudiantes… prácticamente nadie está exento de lesionarse. Las causas son diversas, desde robos hasta mala calidad de los materiales, tránsito pesado, vehículos en las banquetas, hundimientos…
Comprendiendo que la labor de Protección Civil es señalizar para evitar accidentes, considero urgente y muy necesario implementar un programa de acción inmediata que primero repare y después haga los trámites administrativos para sancionar a los responsables del deterioro según las causas dictaminadas. Lo importante es que no haya más personas lastimadas y ese es solo uno de tantos obstáculos para los peatones.