Diana García Cejudo
Los retos que enfrenta la ciudad no son fáciles de resolver. A pesar de existir bonanza, los recursos siempre serán limitados para resolver los grandes retos como la desigualdad, la segregación espacial, la deficiente movilidad, la inseguridad y un modelo de desarrollo insostenible.
Ante esto se requiere un cambio de paradigma en la gobernanza. No necesitamos fórmulas nuevas. La gobernanza requerida se basa en un diálogo entre los gobernantes (la estructura formal de gobierno) y los gobernados (la ciudadanía). Un diálogo alejado de la versión romántica de la participación ciudadana donde todos opinamos y tomamos decisiones. El modelo actual requiere ser informado, estructurado y diverso.
¿A través de quiénes se puede lograr este diálogo? ¿Cómo lograr una participación ciudadana estratégica alejada del populismo? El camino para una gobernanza abierta e inclusiva requiere una sociedad civil organizada, informada e inclusiva que permita ser el enlace entre los gobernantes y los ciudadanos. Esta apuesta implica un trabajo coordinado con visión a futuro que pide voluntad política alineada con la ciudadanía.
No veamos pasar de largo esta oportunidad de reflexionar sobre lo que como ciudadanos podemos hacer por la ciudad. Las oportunidades están sobre la mesa. Necesitamos más voces, y que el proyecto de una ciudad más justa sea un proyecto exigido por, con y para la ciudadanía, porque finalmente no tenemos opción, ni tampoco tiempo y aún nos queda mucho por hacer. ¿Te unes?
MT