El Gallo 12
Eso se siente como aficionado, cuando tocas el triunfo con la yema de los dedos y se te escapa, lamentablemente ese fue el sentimiento que nos invadió el pasado viernes. Primero, por una expulsión totalmente injusta, si bien, fueron unos empujones y roses propios de un deporte de contacto, cierto es que no son permitidos por el reglamento, pero ambos jugadores actuaron por igual, así que los dos merecían una tarjeta amarilla y listo a seguir jugando, pero no, el colegiado optó por dejarnos con 10 y ni modo a remar contracorriente. Si ya pesaba sobre nuestra espalda el desanimo de una injusticia, todavía viene Olivera (11) a fallar en tres ocasiones. Se entiende qué como seres humanos, todos cometemos errores, pero él está capacitado, llegó a México a jugar futbol porque se asumió que tenía la calidad para ello, y bueno, después de fallar dos veces el penal, la “abanicada” que le dio al balón con su “pierna buena” no tiene nombre para quien se dice “jugador profesional de futbol”.
Algo “misterioso” está pasando con nuestros deportistas, basta que se les mencione como “los mejores” de tal o cual partido o que se diga que su juego va incrementando para que se caigan y regresen a su real nivel, propio de liga de ascenso. Primero nos pasó con Balanta (35), dio un partidazo, nos fijamos en él y dejó de aparecer en el cuadro titular, le recriminamos al “Pity”, pero al final tenía razón en no alinearlo, desde que regresó, se ha visto que, aun cuando por ganas no queda, es un jugador acelerado y con imprecisiones a la hora de dar pases. Ramírez (7), fueron muy buenos partidos al principio del torneo y hoy ya no pinta. Barrera (18) venía de dos grandes partidos y en Juárez se desapareció, y así podríamos ir analizando a cada uno de los elementos que conforman nuestra media cancha y entenderíamos el porqué estamos cómo estamos. El único constante en sus actuaciones y se está convirtiendo en un digno capitán, es Aguerre (1), esperemos no le pase lo mismo… ahora que lo elogiamos.
Mario, parece que nadie se quiere acordar de ti…