Con la implementación del Escenario A, que significa la apertura gradual de diversas actividades, así como la posibilidad de ampliar aforos en lugares que permitan una recuperación económica, sin duda perfilan esperanzas entre la población.
Esto significa un poco más de libertades para la movilidad social que permita recuperar poco a poco varias de las actividades suspendidas tras el súbito confinamiento que implicó la llegada de la COVID-19.
No obstante, esta apertura debe invitar a la reflexión de todos los ciudadanos. Se ha resistido bastante el encierro y las medidas sanitarias. Hemos pasado por la alta mortalidad que ha implicado la COVID-19, el cambio en los modos laborales, la readaptación de los procesos familiares y una mayor consciencia sobre nuestra salud mental, la alimentación y la actividad física. Todo ello ha implicado que como sociedad reaprendamos para adaptarnos a un entorno que está ahí, pero del que dependerá de todos hacerlo llevadero y duradero.
En este sentido, que este cambio a Escenario A permita, además de la recuperación económica de sectores ampliamente golpeados por los cierres, una recuperación de los espacios públicos y de nuestras actividades cotidianas. Esta recuperación implica una responsabilidad colectiva que conllevará una colaboración entre gobiernos, sociedad y la iniciativa privada. Regresemos de forma segura.
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