El Gallo 12
Estábamos de ‘manteles largos’, porque, el pasado 9 del presente, la Cámara de Diputados subió al pleno la iniciativa para el exhorto de que nuestro Escudo forme parte del Patrimonio Inmaterial Cultural del Estado, situación que nos llenó de plácemes, porque por arrasadora mayoría, con 19 votos a favor y uno en contra, se le otorgó el reconocimiento a este símbolo que es una parte de nuestra queretanidad. Puede o no gustarte el futbol, pero un equipo de Primera División sí hace diferencia en una ciudad.
También, hoy deberíamos estar festejando el contundente 3–0 que le impuso nuestro equipo al Necaxa el pasado domingo, donde se vio al mismo cuadro, pero con un parado diferente, más conservador, entendiendo mejor nuestros alcances. Ahora sí, nos gustó cómo se desenvolvió Olivera (11) desde atrás; prácticamente se convertía en un armador. También tenemos que hacer mención especial de Barrera (18), quien ahora sí jugó.
Sin embargo, estamos tristes. El resto del espacio va dedicado a Mario Villanueva Díaz, cariñosamente conocido como ‘el Mono’, quien apenas rozando los 38 años, se nos adelantó en el camino.
Mario era una persona superapasionada al equipo, se puede decir que vivía para él, siempre estaba ideando qué hacer en beneficio del mismo, le gustaba ‘echarse clavados’ en las hemerotecas con tal de conocer la historia del club a fondo y era, por decir lo menos, tozudo cuando de alterar un símbolo del equipo se trataba. Él mismo nos contó que la gente de Amado Yáñez lo intentó ‘comprar’ para la aceptación de su ‘franja naranja’ en el Escudo y nunca lo convencieron… ni con dinero. Fue un férreo defensor de los colores que para él, como para muchos, son sagrados. Hoy, a los que lo conocimos nos deja un hueco grande en el alma y también deja otro hueco igual en el Corregidora. La directiva le queda a deber un homenaje póstumo; lo que hizo en medio tiempo no da para lo que ‘el Monito’ significó para el Querétaro. ¡No todos los héroes de un equipo están en el campo… también los hay en la tribuna!