Fernando Islas
El pasado fin de semana falleció en la Ciudad de México Epifanio Leyva ‘Pifas’, boxeador, impulsor cultural, amigo, padre de familia, consejero y en especial defensor y promotor de la tradición que engloba el pulque en nuestro país, como bebida ancestral y parte de nuestra cosmovisión originaria. Con su partida inicia la leyenda protagonizada por un boxeador en retiro que encontró en la bebida de Mayahuel una oportunidad única, no solo para brindar un espacio de recreación y esparcimiento, sino una opción para que jóvenes y no tan jóvenes, escritores, pintores, pugilistas, artistas del pancracio, músicos y un sinfín de personajes tuviéramos un punto de encuentro, en el cual predominaba la diversidad, tolerancia y empatía que solo el verse como iguales puede generar.
Sin duda, la afamada Hija de los Apaches fue cuna de diferentes movimientos artísticos y sociales. Las pláticas en sus mesas estaban plagadas de poesía, anécdotas, utopías y risas. La óptica progresista de ‘Pifas’ permitió que las juventudes ubicadas en diferentes épocas tuvieran un espacio donde expresar sus ideas y mostrar sus creaciones, principalmente aquellas que incomodaban la postura oficial de aquellos ayeres donde disentir era un pecado y lo innovador asustaba.
Epifanio Leyva y su familia han realizado una labor importante para el desarrollo cultural de numerosos artistas de la Ciudad de México y de otras latitudes, siendo un claro ejemplo de que lo único indispensable para el éxito del trabajo colectivo es la voluntad de hacerlo posible. El legado del campeón mundial del pulque debe servir como ejemplo para todas aquellas personas que estamos convencidas de que el arte debe estar en todos lados, no enclaustrada en un sala o publicitada en una marquesina.
Lo mencionado anteriormente se suma a la defensa y desmitificación del origen y proceso del pulque, como parte de una defensa constante de una bebida que se encuentra en lo más profundo de nuestras raíces como país. Sin duda, Epifanio Leyva y su Hija de los Apaches reafirman la máxima de que el arte es un arma cargada de futuro.
¡Hasta siempre campeón, un abrazo hasta el ‘ring’ donde ahora te encuentras!