El Gallo 12
Como buen uruguayo (y argentino), Leo Ramos habla con mucha propiedad y con la típica filosofía del futbol de aquellas naciones. Como a todo profesional que empieza en una nueva responsabilidad, nos merece el beneficio de la duda, aunque en realidad no nos preocupa su capacidad, aun cuando venga de la Segunda División de su país. Lo que nos tiene intranquilos es el plantel con el cual se encontró.
Contra Puebla, si bien el parado fue diferente y con algunos cambios en la alineación, realmente nos pareció una copia al carbón del encuentro contra León. Dominamos al principio, con algunos infructuosos intentos de llegada, tuvimos más posesión de balón, pero sin marcar, y luego, en ‘un latigazo’, nos hicieron un gol que ya no pudimos revertir, porque los poblanos se pertrecharon con dos líneas de cuatro en el fondo que nunca pudimos rebasar. Al final se concretó una derrota más, ahora sin el pretexto de que “al cuadro lo enfrió la lluvia”.
Individualmente: Ramírez (7) lleva varias jornadas de ser el mejor, pero se le nota solo; no encuentra quien le ayude. Por lo menos ya vimos anidar a Dos Santos (9), aunque no contaron sus dos goles, por milimétricos fueras de lugar. Sosa (20) y Barrera (18), tristemente, en su nivel. Honestamente no nos gustó Olivera (11) partiendo de tan atrás. Fue bueno ver a Vera (17) por la zaga izquierda. Muy mal por Doldán (22), con otra roja en su haber. Vaya ‘túnel’ que le hicieron a Perg (26) en el gol. Algo mal vio Ramos en Mendoza (2) que lo sacó por Meza (33). También entró el canterano J. Hernández (191), quien se ‘escondió’ porque no lo vimos. Nada más qué agregar a un resultado que nos alejó de la zona de calificación y nos acercó al frío sótano.
Con desesperación vemos cómo estamos perdiendo terreno en la tabla de cocientes. Ya estamos a ‘tiro de piedra’ de Mazatlán, Toluca y Necaxa (nuestro próximo rival), y nos ‘salvan’ Tijuana y Juárez, que van igual que nosotros… ¡Pésimos!
Ya lo decía Gerardo Manríquez: “Este amor no es para cobardes”.