Al analizar los factores que han intervenido en la pandemia por COVID-19, sin duda el cambio climático está presente.

El cambio de microclimas en todo el planeta influye en que la fauna y la flora se vean en la necesidad de adaptarse a los nuevos entornos en los que la industrialización y la expansión urbana son una constante.

Ello origina el surgimiento de virus y bacterias que amenazan al ser humano y por los cuales se tiene que hacer una afrenta como en la que se encuentra la humanidad.

Por ello, los llamados a realizar acciones puntuales para reducir el cambio climático se hacen necesarios, pues las medidas que se apliquen hoy podrán tener beneficios en unos años.

Sin embargo, este cambio profundo requiere un replanteamiento de los paradigmas de consumo en los que la sociedad, la industria y los gobiernos deben trabajar de la mano para combatir los efectos ya presentes en nuestro ambiente. No solo basta sembrar árboles.

Se requiere implementar medidas profundas y de largo aliento que impliquen consciencia, educación y acción social. Quizá aquí se presenta la gran oportunidad para los foros de consulta que se plantean desde la Legislatura para debatir sobre el Código Ambiental del Estado. Una gran oportunidad.

Ayer el gobernador electo Mauricio Kuri sostuvo un encuentro con Santiago Nieto, titular de la UIF, en donde, a grandes rasgos, expresaron la coordinación en estrategias para combatir la delincuencia organizada. Será importante si se da una real coordinación, pues ello beneficiará al estado queretano.

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