José Urquiza Ruiz
Por fin se abrió la lateral de la avenida 5 de Febrero frente al Hospital General tras meses de haber estado cerrada por la COVID-19. Se inauguró con un aparatoso accidente en carambola, pero eso no fue novedad en ese punto de la vialidad. Diariamente se presentan ahí accidentes vehiculares al grado que, en el ‘buffer’ de seguridad que se encuentra unos metros más adelante, se puede encontrar una grúa de manera permanente.
El hecho de que en una vialidad se presenten accidentes en el mismo lugar, de manera frecuente y constante, es un fenómeno que puede ser descrito técnicamente como ‘punto de conflicto’ o tramo de concentración de accidentes. Este fenómeno ha sido ampliamente estudiado por los ingenieros civiles expertos en vías terrestres, mediante herramientas estadísticas para determinar sus causas y proponer medidas de solución.
En la mayoría de los casos, estos puntos de conflicto se originan por fallas en el diseño de la infraestructura o falta de mantenimiento en la misma. La herramienta más útil con la que cuentan los ingenieros para realizar correcciones son las Auditorías de Seguridad Vial. Las auditorías repasan una serie de puntos susceptibles de mejora mediante listas de chequeo que determinan las posibles causas que generan los accidentes. Con esto, se proponen mejoras en la infraestructura para reducir la frecuencia de accidentes, salvando vidas, reduciendo pérdidas materiales y mejorando la funcionalidad de la vía y los embotellamientos vehiculares.
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