Estamos a menos de dos semanas de que esta controversial consulta popular sea votada en los 32 estados del país
Hugo Lora
Cuenta la historia que al llegar los sumos sacerdotes con Jesús buscando que Pilatos lo enjuiciara con la pena capital por delitos de blasfemia, este declara no hallarlo culpable y, a pesar de esto, deja que el pueblo decida entre liberar a un preso de nombre Barrabás o liberar a Jesús. El pueblo, dirigido por los sumos sacerdotes, escoge liberar a Barrabás y crucificar a Jesús. Ante esa decisión, Pilatos simbólicamente se lavó las manos para indicar que no quería ser parte de la decisión tomada por el pueblo. El próximo 1° de agosto, el presidente pretende hacer exactamente lo mismo.
Estamos a menos de dos semanas de que esta controversial consulta popular sea votada en los 32 estados del país. La pregunta que nos harán es la siguiente: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?” Junto a esta, dos casillas con un gran SÍ y un gran NO.
Vemos un problema literal y otro que es de fondo. El primero es que el espíritu de esta consulta era el enjuiciar a los últimos cinco presidentes. ¿Dónde vemos esto en la pregunta? De ser vinculante, esto deja abierto a averiguación a cualquier servidor público que haya trabajado en las últimas administraciones. El segundo nos habla de una justicia a mano alzada, la cual es completamente subjetiva y sobra decir que esto está pésimo. La justicia se debe de hacer independientemente de que el pueblo o el presidente quieran que se haga.
Es importante decir que para que dicha consulta sea vinculante, es decir, que tenga efectos legales cuando la participación total sea, al menos, del 40 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, 37 millones 424 mil 106 mexicanos tienen que votar para que pueda tener algún efecto. Mi recomendación personal es: no vayan a votar. No demos pie a espectáculos mediáticos que solo debilitan nuestro sistema de justicia y le dan fuerza a un demagogo que. de lograrse esta consulta, pasará a la historia como el personaje que mencioné al principio de esta columna.