Lo que puede ser una fiesta podría terminar en una aumentada tragedia
Iván Torres
Cuando la organización de la Eurocopa está siendo un éxito y llevando los protocolos para adaptarse a la nueva realidad producto de la pandemia, en Brasil se tienen contabilizados 53 casos de COVID-19; 27 de ellos, entre jugadores y ‘staff’ dentro de la competencia, y 26, entre proveedores. Un torneo realizado a capricho de la Conmebol a como diera lugar y al costo que sea.
Es increíble después de que en un año varios deportes trabajaron en las llamadas burbujas, el manejo previo, durante y posterior con pruebas rápidas o PCR para detectar o anticipar a posibles contagios. Por ejemplo, la NBA realizó más de 8 mil pruebas en un mes para sus jugadores, entrenadores, personal de apoyo o televisión, y los confinó en Disney World alejados del público o con requisitos ultrarrigurosos para poder ingresar con los familiares de los jugadores, con pruebas y más pruebas. La NFL, a la mitad de temporada, ya llevaba más de 20 mil exámenes aplicados a sus protagonistas. El tenis, el golf, el box, el beisbol y el automovilismo, con cuadernos de cargos muy específicos para llevar a cabo eventos deportivos solo para no perder patrocinios, derechos de televisión y dar algo de entretenimiento al trastocado público.
Los dirigentes de la Copa América salen con malas y equivocadas decisiones que están poniendo en riesgo a ocho selecciones solo por cumplir un trámite o responder de alguna manera a sus ‘sponsors’. Estoy seguro de que sus patrocinadores estarían mejor si no se hubiera hecho el evento. Llevaron la Copa al segundo o tercer país con más muertes por COVID en todo el mundo. Cambiaron la sede 15 días antes; cuando se supone Argentina no daba garantías para llevar a cabo el torneo, lo llevan a un lugar con más riesgos. Ahí están las consecuencias, protocolos vulnerables, un gobierno gustoso de tener la Copa, pero sin gente dentro fuera de los estadios. Utilizando la base del populismo para darle “pan y circo” a un pueblo manipulado, mal cuidado y en camino a generar más pobreza tal como están previendo los gobiernos de izquierda.
Va iniciando y el futuro cercano no se ve halagador. Lo que puede ser una fiesta podría terminar en una aumentada tragedia. No se pudiera pensar en un buen nivel futbolístico si el propio jugador está pensando en no contagiarse.