La Suprema Corte de Justicia de la Nación abordó un caso y una estrategia en particular que vale la pena analizar
Sergio Arellano
Un tema interesantísimo y, a la vez, preocupante. La tasa de violencia familiar ha incrementado en niveles estratosféricos, afectando directamente a niñas y niños que viven en el hogar. Partiendo de esa realidad, ¿qué tan factible es comprobar aquellos delitos que se cometen contra la niñez? Quizás pensando en abuso sexual o actos de violencia. La Suprema Corte de Justicia de la Nación abordó un caso y una estrategia en particular que vale la pena analizar.
Veamos la situación de un menor que fue víctima de violación por parte de su padre. La madre interpuso una denuncia en la cual desafortunadamente no pudo comprobar las afirmaciones expuestas. Al no tener evidencias contundentes de los agravios cometidos y gracias a la argumentación del equipo jurídico que asesoraba a la madre, se diseñó un amparo que estuvo sujeto a la revisión del alto tribunal mexicano en vías de definir cuál era la mejor ruta para demostrar la afectación a los derechos fundamentales del niño involucrado.
Después del estudio del amparo, se optó por la realización de una entrevista investigativa. ¿Qué significa esto? Una serie de preguntas específicas adecuadas a la edad del menor con una técnica interrogativa que vislumbra los hechos constitutivos del delito, además de identificar el estado emocional y psicológico.
Usted sabrá, estimada o estimado lector, que el procedimiento para cuestionar a un menor es muy diferente al que utilizamos con una persona de 30 años. Por tanto, la solicitud de esta técnica es vital en asuntos referentes a la niñez en aras de que comparezcan para externar su testimonio, tal y como lo prevé la Convención para los Derechos del Niño; siguiendo los estándares de cumplimiento del principio constitucional del interés superior del menor.
Sin caer en la revictimización, debemos ser observadores de cómo se desarrollan los juicios para tratar de evitar cualquier afectación a niñas y niños, quienes han sufrido bastante. Tomando su palabra, como un método para llegar a la justicia.