El cuadro dirigido por Jorge Almada es un cuadro equilibrado con una ‘columna vertebral’ sólida
Iván Torres
La novena de Cruz Azul está tan cerca y tan lejos. ¿Por qué obtendría el título Cruz Azul? La respuesta sería la siguiente: Los números mencionan que es el mejor equipo del torneo con 41 puntos, fue el más goleador y el menos goleado, el mejor local empatado con América, el mejor visitante en solitario y tienen al tercer goleador del campeonato.
Analicemos otros preponderantes alejados de los números y más bien enfocados en las circunstancias. Cierra en casa la serie y la altura o elevación sobre del nivel medio del mar es un factor que pudiera influir sobre el visitante que prácticamente tiene una diferencia de mil metros con respecto a Torreón. El público permitido para entrar a cada estadio es distinto. Seguramente será más abrumador el cierre en el Azteca que en territorio de Santos. Finalmente, Santos tiene un partido más desde el repechaje y ese cansancio podría reflejarse en la final.
Ahora vayamos a las oncenas y el factor humano, el hombre por hombre. Cruz Azul ha mantenido prácticamente al mismo equipo en el último año. Continuidad, el mejor ingrediente para hacer campeón. La Máquina Celeste cuenta con un técnico que estuvo en el último título en 1997 y sabe que tiene la gran oportunidad de volver a ser campeón ahora como entrenador. La mesa está puesta.
¿Por qué no sería campeón? Santos se quitó de encima a dos equipos que le superaron en la tabla general: a Monterrey y a Puebla. El cuadro dirigido por Jorge Almada es un cuadro equilibrado con una ‘columna vertebral’ sólida. Con un portero muy bueno como Salcedo, un central brasileño de calidad mundial, Matheus Doria; una media cancha encabezada por el uruguayo Fernando Gorriarán, una delantera que pudiera ser impredecible con Aguirre, Preciado e Isijara. La clave, si Santos busca ser campeón, será sacar una amplia ventaja en casa. Incluso durante el torneo fue de los únicos dos equipos que vencieron a Cruz Azul (fecha 1, 1-0). Será una final pareja, disputada, de pronóstico reservado. Hace un par de semanas escribía en este espacio que ya no habría más tinta en la prensa para explicar una derrota de Cruz Azul, ni saliva en los programas en medios electrónicos para describirla. El destino no tendría piedad con los celestes. Esperemos que los 180 minutos nos den un digno campeón.