Ahora con la emergencia sanitaria derivada de la pandemia, ha sido muy complicado dar clases a distancia
Francisco Pájaro Anaya
Twitter: @fcopajaro
Hoy en México celebramos el “día del Maestro”, el día en que recordamos a todos aquellos maestros y maestras que a lo largo de la vida nos han trasmitido sus conocimientos para poder ser alguien en la vida. Conocimientos que van desde lo básico hasta lo más elevado y que gracias a esos conocimientos podemos desarrollarnos como mujeres y hombres de bien, con cualidades y características que nosotros desarrollamos y que ponemos al servicio de los demás.
Tengo la fortuna que desde hace dieciocho años he impartido clases a nivel bachillerato y universidad, teniendo con esto unas grandes satisfacciones por la cantidad de jóvenes que les he podido trasmitir un poco de lo que tengo de conocimientos y sobre todo porque he contado con la amistad y el cariño de muchos de mis ex alumnos que ahora ya nos vemos como compañeros del camino en muchas ocasiones.
Ahora con la emergencia sanitaria derivada de la pandemia, ha sido muy complicado dar clases a distancia, tuvimos los maestros que adaptarnos a los sistemas de comunicación remotos, a conocer de plataformas digitales, a utilizar mecanismos que antes pasaban desapercibidos, pero sobretodo, hemos abierto nuestras casas, nuestras oficinas o nuestro rincones más privados para poder dar las clases que nos correspondan y que con gusto lo hacemos ahora en esta forma.
Sin embargo, deseamos que ya próximamente regresemos a las aulas de nuestras escuelas, que podamos platicar cara a cara con los alumnos, que podamos convivir con ellos y que podamos ser parte un momento de sus vidas con nuestras enseñanzas y con las enseñanzas que también de ellos tenemos, porque algo que es muy importante es que también quienes nos dedicamos a la enseñanza, muchas veces aprendemos de nuestros alumnos.
Hoy quisiera recordar también a todos aquellos maestros que han fallecido con motivo de la pandemia, aquellos que ya no pudieron regresar a las aulas, aquellos que dieron su vida impartiendo clases y que desafortunadamente ya no están con nosotros, a todos ellos mi reconocimiento y mi estima permanentemente.
Hagamos del reconocimiento a todos los maestros un momento de agradecimiento por la labor que se realiza, por la paciencia, el tesón y la buena voluntad para atender a los niños, jóvenes e inclusive adultos en las aulas de clases. Hagamos del reconocimiento de los maestros el momento propicio para reconocer esa noble labor que es la enseñanza y que ahora, con las actuales circunstancias, debe de ser más valorada.
A todos los maestros y maestras que son ejemplo para sus alumnos y ejemplo para la sociedad, desde estas líneas les mando una cordial felicitación y los animo a seguir con su noble misión de enseñar a la niñez y a la juventud de nuestra Patria.