Cuando las campañas electorales son ejecutadas bajo criterios de estrategia, disciplina y creatividad pueden hacer palidecer a los cuartos de guerra de los favoritos de la elección
Javier Esquivel
Para los que piensan que las elecciones en Querétaro ya están definidas por lo que se dice en las encuestas y medios de comunicación podrían llevarse una sorpresa. Cuando las campañas electorales son ejecutadas bajo criterios de estrategia, disciplina y creatividad pueden hacer palidecer a los cuartos de guerra de los favoritos de la elección.
Tales son los casos de las campañas de María Alemán Muñoz, candidata a presidenta municipal de Querétaro y de Hugo Cabrera, candidato a diputado federal por el distrito 02 respectivamente.
En el análisis integral de dichas campañas se puede apreciar que han sido efectivas para incrementar su intención de voto y disminuir las posibilidades de triunfo de sus competidores.
En el primer caso, el cuarto de guerra de la exdiputada federal ha sabido aprovechar y potenciar la imagen política de la candidata generando percepciones de cercanía, empatía y accesibilidad. La generación y modificación de percepciones de las figuras públicas es una condición que no se debe desaprovechar en las campañas electorales, y en este caso, parece ser un componente fundamental que ha sido bien capitalizado para lograr la aceptación que su partido carece.
En lo que respecta a la campaña mediática de la candidata, en los últimos días se ha posicionado en redes sociales un número considerable de micro spots dirigidos a los votantes indecisos con propuestas y un llamado a la acción, elementos valiosos en el marketing político.
En lo que respecta al trabajo en tierra, la campaña con la candidata es percibida y proyectada con factores que generan cercanía, dejando de lado la tradicional e inefectiva forma de hacer campaña del PRI en el estado en la que se proyectaba solo a la estructura y los símbolos del partido de siempre.
Por lo que toca a la campaña de Hugo Cabrera se puede advertir que apuesta a tres elementos estratégicos: Amplio trabajo en medios de comunicación con mensaje dirigido a su voto duro y tácticas focalizadas para ganar el territorio del rival y fortalecer su zona de influencia con mensajes de contraste y aludiendo a la experiencia legislativa que cuenta en los ámbitos locales y federales.
Bien se dice que hay que llevar al contrincante a competir en los terrenos en los que más se denomine, y Hugo Cabrera parece llevarlo bien a la práctica. Ha tenido la capacidad de llevar la conversación y el debate de ideas dónde él mejor se mueve.
El también expresidente municipal de su natal Colón, ha podido controlar los temas y la agenda de la elección durante las entrevistas y los debates electorales.
La narrativa que ha utilizado ha sido pulcra aún para señalar incidentes permitidos durante los debates electorales como el probable y no comprobado uso de un acordeón por parte de una de las competidoras al mismo cargo y la ausencia de un participante en el debate que busca la reelección.
A tres semanas para terminar la campaña la pregunta es si serán suficientes dichas estrategias para empatar y remontar la elección. Hasta el momento, en ambos casos, no sólo han disminuido la intención de voto de sus competidores si no que han captado el interés de los electores de los otros partidos y del votante indeciso.
En diferentes espacios académicos y mediáticos hemos reflexionado sobre cómo se desfondan las postulaciones ganadoras de los partidos con la mayor intención de voto, pero también sobre cómo las campañas ganadoras, que, por muy bien ejecutadas, pierden una elección.
Tres semanas de campaña son la diferencia para reafirmar estas afirmaciones o llevarnos una sorpresa. Durante las campañas electorales nada está escrito.
Apuntes del consultor.
Utilizan narrativas que generan polémica, sus piezas de comunicación digital son disruptivas. Utilizan mensajes de comunicación de contraste y hacen un llamado a la unidad de su partido.
Ellas son piezas claves para lograr la permanencia, vigencia y continuidad del partido del Sol Azteca en la capital y para todo el estado de Querétaro a pesar de que no tienen posibilidades de ser electas en los cargos para los que compiten. Hay campañas que perdiendo también se gana. Sin duda, ellas han realizado una buena campaña, a pesar de que su partido y la coalición de la que son parte no.