Un medio de transporte como este, que lleva a más de 5.5 millones de personas diario sobre sus rieles, debe de ser sometido a mantenimiento
Hugo Lora
La tragedia que se vivió en la Ciudad de México (CDMX) la semana pasada es sin duda consecuencia de la negligencia y la irresponsabilidad. Aquí van algunos antecedentes que hablan por sí solos: después del terremoto de septiembre del 2017 hubo varias denuncias ciudadanas que protestaban el mal estado de las trabes y las columnas; a partir de 2018, el presupuesto del Sistema de Transporte Colectivo Metro ha disminuido en casi una cuarta parte (23 por ciento); en el presupuesto del Metro de 2020 hubo un subejercicio de casi 10 por ciento; entre 2020 y 2021 se han registrado tres accidentes graves en el Metro de la CDMX. Un medio de transporte como este, que lleva a más de 5.5 millones de personas diario sobre sus rieles, debe de ser sometido a mantenimiento de manera frecuente para que ninguna de estas personas esté en peligro, pero desgraciadamente esto no se hizo y fallecieron 25 personas. Sin duda tendrán que rendir cuentas las personas que se encargaron de su construcción y su mantenimiento.
Para lograr lo anterior, la Senadora por el Partido Acción Nacional, promovió un punto de acuerdo para crear una comisión de investigación; donde se pedía la comparecencia de Marcelo Ebrard (Jefe de Gobierno que entregó la obra de la línea 12 del metro en octubre del 2012); y donde se integrara un grupo técnico que informara sobre la investigación. Con 20 votos en contra, de MORENA y el PT, se rechazó el punto de acuerdo.
En este tipo de situaciones, en las que hay tanto foco de atención y hay perfiles relevantes involucrados, debe de haber un grupo de personas externas que supervise y audite los trabajos de investigación por parte de las autoridades. Si no se hace lo anterior, el mismo gobierno será juez y parte de la situación, lo cual seguramente resultará en proteger a los suyos como hemos visto tantas veces al largo de este sexenio. Además, si no hubiera nada que esconder ¿por qué negarse a lo propuesto?
El hablar de lo sucedido no es politizar la desgracia, es denunciar la negligencia de las personas responsables, pues si hubieran hecho su trabajo bien muchas familias hoy seguirían completas.