La llegada del compañero presidente Andrés Manuel López Obrador a la titularidad del Poder Ejecutivo Federal ha significado importantes avances en los procesos democráticos de nuestro país
Fernando Islas
La llegada de la democracia a nuestro país vivió un período extraño e inconcluso durante todo el Siglo XX y casi dos décadas del Siglo XXI, fue hasta los pasados comicios electorales donde por fin la voluntad popular fue la principal protagonista del comienzo de una nueva etapa en la vida pública de México.
La llegada del compañero presidente Andrés Manuel López Obrador a la titularidad del Poder Ejecutivo Federal ha significado importantes avances en los procesos democráticos de nuestro país, inclusive la participación ciudadana aumentó en relación al pasado inmediato, siendo esto un síntoma importante para la reconstrucción del tejido social. Desafortunadamente esto no ha sido suficiente para evitar que la violencia que desde el Calderonato ha sumergido a nación en una dinámica nociva en cuanto a materia de seguridad y tranquilidad.
El ámbito político electoral no está libre de la delicada situación de inseguridad que mencionaba en el párrafo anterior, tan solo en el presente proceso electoral se han atendido 234 casos de amenazas y/o agresiones, 133 hombres y 101 mujeres de los cuales 65 reciben protección oficial, hay 92 carpetas de investigación abiertas, 109 en seguimiento preventivo y 114 en análisis para protección. Las entidades con mayor recurrencia en este tipo de casos son Guerrero, Jalisco, Oaxaca, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz.
Ante esta situación solo queda hacer un llamado a denunciar cualquier clase de agresión por orientación política, no podemos aspirar a una democracia auténtica si este tiponde actos se siguen haciendo presentes. ¡Pongamos un alto a la violencia!