Lo que sí es un hecho, es que los niños juegan un papel muy importante en el futuro de la fiesta brava
Juan Carlos Sámano U.
Uno de los múltiples obstáculos que al día de hoy tiene que sortear la Fiesta de los Toros para poder seguirse manteniendo viva, es sin duda, el permitir a los niños adentrarse libremente en este controversial mundo del toro. El que se les permita el acceso sin cuestionamientos a las Plazas de toros bajo la responsabilidad de un adulto, que se sigan promoviendo las Escuelas Taurinas, de las cuáles tantas figuras han surgido, y que se deje de cuestionar si la Tauromaquia influye de manera negativa o no en su desarrollo intelectual o mental.
Muchos profesionales se han manifestado en el sentido de que el hecho de que un niño presencie una corrida de toros, ya sea en vivo o por televisión, está siendo testigo de violencia, y eso no es sano para él. Argumentan también, que de esa edad son mucho muy sensibles a todo lo que se les transmita, que si hacen esto o aquello de esta u otra manera, serán posteriormente reconocidos u ovacionados. Por lo tanto, consideran que la imagen del torero y su actuar es totalmente negativa, ya que envía un mensaje equivocado de cómo lograr el reconocimiento.
Sin embargo, existe la otra cara de la moneda. La de los aficionados que han transmitido de generación en generación ese gusto, esa pasión, por la fiesta de los toros. Esos que han sabido alternar ese gusto por la Tauromaquia con el éxito en la vida. Intelectuales, Poetas, Escritores, Pintores, destacados Profesionistas, etc. que su gusto por la fiesta brava es palpable y que en su vida personal no manifiestas ninguna de estas supuestas consecuencias negativas por vivir desde niños inmersos en este culto. Al contrario, la Tauromaquia bien vivida, bien transmitida, representa valores y sobre todo una forma de vida, cosa que posiblemente muchos no comprendan.
Lo que sí es un hecho, es que los niños juegan un papel muy importante en el futuro de la fiesta brava, las generaciones se acaban, y si no hay ese refresco generacional se perderá sin duda esta bellísima fiesta. Concluyo con una frase de Francis Wolf: “La fiesta de los toros tendrá dos posibles finales, el duro, que será en el momento en que por cuestiones políticas den por terminada la Tauromaquia, y la lenta, que será el día en que ya no haya aficionados en los tendidos”.