El derecho humano del acceso a la salud debe pasar de ser una buena intención a convertirse en una realidad para todos
Hugo Cabrera
La salud es un derecho humano, el Gobierno tiene la obligación de garantizar atención médica y abasto de medicamentos para las familias más allá de su ubicación y nivel socioeconómico. Desde el inicio de esta pandemia ha existido un profundo cambio en los servicios de salud, grandes retos a nivel global, pero sobre todo en localidades aisladas.
El total de la población entre San Juan del Río, Ezequiel Montes y Tequisquiapan, es de 415 mil 146 personas, de las cuales 315 mil 743 cuentan con alguna afiliación a sector salud y 98 mil 33 son personas no afiliadas. Por ello es importante mejorar los servicios de salud y promover su accesibilidad para las personas.
Los diputados federales tienen la facultad exclusiva de aprobar el presupuesto, mismo que debe garantizar que se cumpla con el derecho humano del acceso a la salud; es decir, asegurar el abasto de medicamentos en los municipios, así como para que exista personal médico al alcance de todas las familias.
El tema, como muchos otros, es urgente de atender, lastimosamente es común enterarse de que, en comunidades alejadas de los municipios es difícil acceder a servicios de salud, así como al abasto de medicamentos.
Además, los diputados federales tienen la obligación de revisar la correcta aplicación de los recursos públicos, sobre todo al tratarse de un tema tan sensible; vigilar que los procesos de adquisición de medicamentos sean eficientes y transparentes, forma parte del trabajo para que los medicamentos no falten en los hogares y la salud esté al alcance de todos.
Durante estos primeros días de campaña, en nuestros recorridos por San Juan del Río, Ezequiel Montes y Tequisquiapan, hemos señalado de manera contundente que, de contar con la voluntad de la ciudadanía del Distrito, vamos a pugnar por un presupuesto que asegure el abasto de medicamentos en los municipios, así como para que exista personal médico al alcance de todas las familias. El derecho humano del acceso a la salud debe pasar de ser una buena intención a convertirse en una realidad para todos.