A poco más de un año del inicio de la pandemia, comprobamos que el ser humano es un gran maestro de adaptación
Gabriela Arevilla
Ante esta nueva realidad, nos enfrentamos a diversos factores que hacen que la supervivencia de los negocios sea más lenta o complicada. Vivimos en un mundo digitalizado donde todas las tecnologías están al alcance para contar con herramientas adecuadas y no morir en el intento.
A poco más de un año del inicio de la pandemia, comprobamos que el ser humano es un gran maestro de adaptación, que siempre está en búsqueda de nuevas y mejores herramientas. Cuando pensamos que el futuro de viajes de negocio, juntas, talleres, conferencias, conciertos y exposiciones era a mediano y largo plazo, vimos que en un cerrar y abrir de ojos fueron reemplazados por un clic. La maravilla de la tecnología es que nos permite realizarlos y continuar la vida profesional sin poner en riesgo nuestra salud y la de los demás.
Las ventajas de contar con la tecnología son muchas. Asistir a eventos de talla mundial en plataformas digitales como el DVC de OMA Media que, por ejemplo, albergó la Global Fruit Latam el pasado 24, 25 y 26 de marzo, con ponentes de diferentes nacionalidades, asistentes de más de 70 países, áreas de exposiones, salas de venta uno a uno, mesas y foros de discusión, una red social hecha a la medida que logró que todos los participantes interactuaran y concretaran esos negocios que antes se cerraban con un apretón de manos.
El futuro tecnológico no solo nos alcanzó. Se adelantó por lo menos 10 años y ahora nos corresponde juntar lo mejor de ambos mundos, el físico y el virtual en un formato híbrido. Reciclar las viejas prácticas por nuevas y mejores herramientas para seguir manteniendo nuestro negocio exitoso. Que todo cambie para que todo siga igual.