El entretenimiento se concibe, se vive y se siente al sentir tu corazón retozar, apreciando la sonrisa perfecta de un ser muy especial
Lisandro. A. Meza De los Cobos/ Coordinador Licenciatura en Dirección de Empresas. Universidad Anáhuac
Que curiosa es la vida y más aún el entretenimiento, pues de manera constante en la búsqueda de esos espacios de esparcimiento únicos, innovadores y creativos, que satisfagan los más profundos deseos clientelares; es que nos encasillamos de manera frecuente en esas presentaciones rimbombantes, enmarcadas en el espectáculo de luces, sonidos y estruendos de guitarra, recurrimos a esas majestuosas interpretaciones artísticas que alucinan y nos transportan a épocas muy remotas, en que el romance, el drama y el misterio, florecían todos los días.
Sin embargo, fue sorprendente saberme estudiante nuevamente y estupefacto al encontrar al mentor más sabio en este sector económico denominado recreación y esparcimiento; quién con sus pequeñas bermudas color azul, playera tipo polo y calzado que se ilumina con el pisar de cada zancada, acercó nuevamente a su servidor a la verdadera esencia del entretenimiento.
Tomó entre sus diminutas manos un carrito de la prestigiosa marca de juguetes denominada “llantas calientes” y mientras éste último surcaba por los aires, después de ser proyectado por un pequeño resorte; los ojitos de tan magno tutor se iluminaron, al rescatar a sus amigos de cuatro ruedas, de las fauces del malévolo y perverso tiburón de plástico.
Por instantes, quise descifrar de manera racional ese manifiesto en la mente de un infante, ese soñar perpetúo al impacto de las carrocerías y vuelo de los neumáticos; quise entender ese fantástico mundo alterno, en el que un niño de escasos cinco años podría ser protagonista, antagonista y reparto secundario al mismo tiempo; en verdad que quise entenderle utilizando mis conocimientos administrativos y creativos de la industria; pero fue en el hecho de sentarme a su lado y tomar entre mis torpes dedos uno de sus cochecitos, que inmortalicé.
El entretenimiento se concibe, se vive y se siente al sentir tu corazón retozar, apreciando la sonrisa perfecta de un ser muy especial.