En México, se volvió popular por el arquitecto mexicano-español Félix Candela, quien explotó la versatilidad del sistema creando formas muy interesantes
Raul D. Lorea
@ArqLorea
Con la demolición del antiguo Estadio Municipal desapareció una de las primeras construcciones queretanas que tuvieron el sistema de cubiertas con ferrocemento. ¿Ha oído hablar de él?
Se trata de un cascarón fabricado con concreto y acero, de poco espesor y que permite formas caprichosas en su construcción. El sistema fue creado en Francia e inicialmente se concibió para la fabricación de barcos. Se le denomina también “cascarón de concreto”.
En México, se volvió popular por el arquitecto mexicano-español Félix Candela, quien explotó la versatilidad del sistema creando formas muy interesantes, inspiradas en una forma geométrica llamada “paraboloide hiperbólico”.
Entre muchos proyectos que realizó en México se encuentra el Palacio de los Deportes, en 1968 (probablemente el más famoso), el restaurante “Los manantiales” en Xochimilco, el Laboratorio de Rayos Cósmicos en Ciudad Universitaria, entre muchos otros, donde la forma del paraboloide hiperbólico se convirtió en su distintivo de diseño.
En Querétaro también se empleó el ferrocemento en varios proyectos, uno de los más visibles es el Templo de la Santísima Trinidad, ubicado en Prol. Corregidora Norte esquina con Av. Paseo de la Constitución, detrás del parque Querétaro 2000, diseñado por el arq. Leonardo Rabling.
Este sistema marcó una tendencia en el diseño arquitectónico, permitiendo a ingenieros y arquitectos arriesgarse a proponer formas que, bien logradas, pudieran convertirse en hitos urbanos. ¿Reconoce otro edificio así?