Enrique Álvarez Garibay
@alvarezgaribay
Como si enfrentara la lidia de un toro bravo, Gallos Blancos está en el tercer tercio de la misma. Restan cinco partidos donde este equipo depende de sí mismo para hacer una faena de orejas.
Con timbales y clarines se anunció el inicio del torneo con Antonio Valencia. La contratación hubiera generado plaza llena si se hubieran vendido boletos. El primer tercio de esta corrida llamada “Clausura 2021” sirvió para sentir el entorno, medir al rival y mostrar de qué se está hecho. Tres buenos revolcones le dejaron ver al Gallo que debía medir la distancia y no confiarse con el toro.
Puestas las banderillas, esta lidia está lista para afrontar el resto de la faena y decidir si corta las orejas, si de va sin decisión, o incluso si se le va vivo el toro. La multa de los tres últimos lugares no está lejos.
Vienen dos partidos en casa contra Tigres y Santos. No serán fáciles, pero son vitales para meter al toro a la muleta, y sentar las bases de una faena limpia y llena de emociones. De esas primeras tandas dependerá que el final de la lidia carezca de riesgos. Sacando el poderío en la muleta, podrán llegar las tandas artísticas.
Después, se visita a Necaxa y se recibe a Juárez. Dos partidos que permiten lucir en tandas más profundas y artísticas. En estos dos juegos se decidirá, sin duda, si la faena será de orejas. Bajo ningún concepto se pueden perder estos partidos.
Y al final está León. El partido ideal para tirarse a matar recibiendo. Es el juego ideal para que salgan los pañuelos blancos o suenen los abucheos.
Nunca he sido bueno pronosticando, pero creo que el Gallo Blanco puede cortar una oreja y meterse al repechaje. Del final de la faena y la estocada depende que se corten dos orejas y haya Liguilla.
¡Si yo estuviera en la plaza, pediría música para este torero!