El embate contra del Poder Judicial y hacia los jueces federales Juan Pablo Gómez Fierro y Rodrigo de la Peza –particularmente contra el primero-, muestra su talante autoritario
María Guadalupe Murguía Gutiérrez
Hablado claro
El Presidente López Obrador continúa en la ruta de debilitar a los órganos del Estado que le hacen contrapeso, recurrentemente los descalifica con ataques y denostaciones, pero ahora todas sus acciones están volcadas a su estrategia electoral de hacer campaña desde las mañaneras para incidir en los resultados del 6 de junio.
El embate contra del Poder Judicial y hacia los jueces federales Juan Pablo Gómez Fierro y Rodrigo de la Peza –particularmente contra el primero-, muestra su talante autoritario y su clara intención de politizar un asunto que debería dirimirse en instancias jurisdiccionales, y no con cartas ni discursos amenazantes.
Es un hecho sin precedentes que pone en peligro la división de poderes, es inadmisible que el Presidente trate de someter al Poder Judicial y que haga un linchamiento público con toda la cobertura mediática que tiene a su disposición para amedrentar a un juez, por dictar una resolución contraria a sus intereses.
Los legisladores de oposición advertimos que las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica tendrían consecuencias jurídicas y que era previsible su impugnación en tribunales nacionales e internacionales por sus claros visos de inconstitucionalidad, así como por la violación de acuerdos y tratados suscritos por México, como el propio T-MEC.
Morena y sus aliados la aprobaron en el Congreso sin moverle una sola coma, como se los ordenó el Presidente, haciendo gala de la lealtad ciega que él les exige, pero resulta inconcebible que ahora pretenda minar la independencia y autonomía con la que los jueces deben conducirse.
Si el Ejecutivo federal está inconforme con la resolución de un juez puede recurrirla, impugnarla, el marco legal prevé mecanismos para ello, pero AMLO la politiza porque para él lo importante es utilizar el argumento de que la lluvia de amparos son parte de un intento por frenar su supuesta lucha contra la corrupción.
En tiempos como éstos es importante reconocer que dos jueces federales tuvieron el valor de aplicar la ley y frenar los alcances de una ley claramente inconstitucional. Hay que valorarlo, dos jueces que a pesar del linchamiento mediático, dictaron las resoluciones para preservar el orden constitucional y el equilibrio entre poderes.
Facebook: Lupita Murguía
Twitter: @LupitaMurguiaG
Instagram: @lupitamurguiag