Con esta nueva ley también se pretende regularizar el cultivo, la producción y venta de marihuana
Fernando Islas
Desde hace varios años, el tema relacionado con la legalización de la marihuana ha estado en la mesa de decisiones de la clase política nacional.
Por ello es que no es novedad que un Gobierno progresista y de vanguardia como el que encabeza el compañero presidente Andrés Manuel López Obrador haya cristalizado, junto al Poder Legislativo, la iniciativa que introduce al marco legal la siembra, consumo, venta y distribución del cannabis.
Este histórico momento sucedió en días pasados cuando -con 316 votos a favor y 129 en contra- se aprobaba este proyecto de ley que todavía será discutido en lo particular, pero que sin duda abre una importante brecha en nuestro país, donde a través de este acto legislativo se busca implementar una nueva ruta para la pacificación nacional, misma que es uno de los temas pendientes y de mayor urgencia en la agenda del presidente.
Con esta nueva ley también se pretende regularizar el cultivo, la producción y venta de marihuana. De este modo se crea un camino, dentro del marco de la ley, que nos lleve a un franco impulso de la economía nacional con nuevas fuentes de ingresos y generación de empleos legales, al mismo tiempo que se fomenta el derecho al libre desarrollo de la personalidad. Sin duda este será un proceso de mediano y largo plazo, la información, educación y formación relacionada con este tema tendrá que ser puntual, precisa y constante para que el objetivo se pueda lograr con el éxito esperado por todas las personas involucradas.
Solo el tiempo podrá definir si este acto vanguardista cambia la lógica del narcotráfico y su violencia por autocultivo y consciencia