Desde hace 4 años, los propios jugadores encabezados por Messi, denunciaron malas o costosas contrataciones que no estuvieron a la par del talento con el que ya contaba el Barcelona
Iván Torres
Las nuevas generaciones jamás pensaron ver el declive de una institución que ha marcado un parteaguas en el futbol mundial. Desde que Johan Cruyff dirigía al equipo Barcelona de España, el club azulgrana pintaba para favorecer el espectáculo en cada partido, la mentalidad del holandés que revolucionó el futbol como jugador en los años 70, siempre buscó que su equipo se plasmara como un fuera de serie, sin embargo, le faltó la cuota de calidad que llegó justo después de su época. Después de que el equipo archirrival, Real Madrid vivió una época de ensueño con los llamados Galácticos, entre 2000 y 2005-2006, cuando Ronaldo, Zidane, Roberto Carlos, Raúl, Figo y compañía dominaron Europa, se combinó, “el hambre, con las ganas de comer”. El técnico Frank Rijaard puso los cimientos.
Al mismo tiempo apareció la magia de Ronaldinho, después surgió un hombre que le dio otra dimensión a ese Barça, Josep Guardiola, entrenador que tuvo la fortuna de contar con jugadores como Puyol, Piqué, Xavi, Iniesta, Rafa Márquez, Samuel Eto’o y por supuesto el fenómeno de Lionel Messi.
Su dominio fue poco más de una década en el mundo, no sólo en Europa, pero en cualquier momento, el desgaste de la máquina, pasaría factura. Hace ya unos 8 años, se veía un rumbo a la baja, coincidió con la salida de Pep Guardiola, el fallecimiento de Tito Vilanova, la salida de Joan Laporta como presidente y comenzó el delirio del ahora condenado y ejecutor del “BarçaGate”, Josep María Bartemou.
Desde hace 4 años, los propios jugadores encabezados por Messi, denunciaron malas o costosas contrataciones que no estuvieron a la par del talento con el que ya contaba el Barcelona. No se invirtió en fuerzas básicas, al menos no al grado de los baluartes que se habían consolidado años atrás. Ahora, una investigación mercantil revela malversación de fondos en las arcas blaugranas, y además, el haber contratado a una empresa de redes sociales para desprestigiar o atacar los señalamientos de los jugadores que no congeniaron con las ideas de Bartemou. Así es como está conformado el “BarçaGate”.
El tal Josep María, está arrastrando al equipo a un abismo. Ya lo hizo en lo deportivo, ya que en su gestión se ha ganado poco o nada, incluso está catalogado en España como el peor presidente de la historia del Barcelona. Se avecinan nubarrones que seguramente pondrán fin a una gran época del futbol mundial.