Pedro L. Jáuregui Ávila
Buena parte de los colombianos enfrentan el dilema de salir a trabajar para sobrevivir, divertirse o morir.
El Gobierno se abre al sector industrial y privado, pero el precio que puede para es muy alto.
El 18 de enero se conoció que el comandante General de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, fue nombrado como ministro de Defensa encargado debido a que el actual, Carlos Holmes Trujillo, esta hospitalizado en el área de cuidado crítico debido a su contagio por coronavirus y el pronóstico no es el mejor.
Trujillo quien es precandidato a la presidencia para el próximo período, 2024-2028. Trujillo de 69 años, sufre de hipertensión, una de las comorbilidades que mayor peligro representa de cara COVID-19.
Pacientes de Bogotá, la capital de Colombia, han sido trasladados a UCI de otras ciudades algo que en un principio se descartó, pero ante la necesidad no hubo otra alternativa.
La noche oscura por la COVID-19 aún no ha llegado al país, pero está cerca al punto que se informó que Bogotá tendrá cuarentena total y así en otros municipios capitales de departamento, el fin de semana.
Pero en las últimas horas la comunidad científica mundial hizo un llamamiento a los gobiernos y farmacéuticas para que la vacuna contra el COVID-19 sea de dominio público. Esto permitiría que fuese reproducida en cada país y administrada sin ánimo de lucro, poniendo la salud pública mundial como prioridad.
Lo anterior podría desatar una ‘guerra económica’, donde las multinacionales serían las únicas ganadoras.
Sería la única forma de erradicar la pandemia que pueda administrarse a 7.594 miles de millones de personas en el planeta, sin importar si viven en el campo o las ciudades, son ricos o pobres, porque lo único que importaría sería el pago.