La Coronación se realizó hasta el año de 1949 toda vez que el Cura Párroco de la ciudad fue cambiado y al llegar el nuevo que lo fue el Padre Francisco Paulín Gómez, aceptó gustoso continuar con el proyecto que se había planteado a su antecesor
Francisco Pájaro Anaya.[i]
Twitter: @fcopajaro
El próximo día 19 de enero se cumplen setenta y dos años de la Coronación de la Venerada Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que se encuentra en su Santuario Diocesano de esta ciudad de San Juan del Río. Probablemente desde la fundación de la ciudad, ningún evento fue importante como este hecho que sucedió en el año de 1949. La coronación de la Virgen de Guadalupe fue sin duda la finalización de un gran anhelo de ver a la Guadalupana como reina de la ciudad.
Su origen se remonta a las coronaciones que se realizaron en el país a diversas imágenes de la Virgen María, sobre todo las Coronaciones Pontificias de la Virgen de Guadalupe en 1895 y la de la Virgen del Pueblito en 1946, ambas coronaciones marcaron el anhelo de ver a la Virgen de Guadalupe de San Juan del Río coronada, situación que hizo que el señor Sebastián Cabrera pidiera al Padre Guillermo Romero Padilla quien era Cura Párroco de la ciudad que se pudiera verificar, situación que fue aceptada gustosamente y que al plantearla al Obispo Diocesano también fue aceptada y aunque no fue una coronación pontificia por no haberla autorizada el Papa, esta fue una coronación canónica que sin embargo hizo que el pueblo sanjuanense se desbordara en alegría y en un verdadero sentimiento religioso en torno a la Virgen del Tepeyac.
La Coronación se realizó hasta el año de 1949 toda vez que el Cura Párroco de la ciudad fue cambiado y al llegar el nuevo que lo fue el Padre Francisco Paulín Gómez, aceptó gustoso continuar con el proyecto que se había planteado a su antecesor, de esta manera se realizaron los preparativos correspondientes para que después de muchas circunstancias se pudiera realizar la celebración el día miércoles 19 de enero de 1949 a las once horas en el antiguo solar de la Ex Hacienda de la Venta a la salida de la ciudad.
En la mencionada celebración el Obispo de la Diócesis de Querétaro, Mons. Marciano Tinajero y Estrada en conjunto con Monseñor Manuel Martín del Campo Padilla, colocaron sobre las sienes de la bella imagen de Nuestra Señora de Guadalupe una hermosa hecha de plata y oro, cubierta de bellas joyas que fue regalada por la feligresía sanjuanense y un bello cetro regalado por la Acción Católica Mexicana.
Este hecho marcó la historia de San Juan del Río, ya que fue una multitud de personas las que presenciaron dicho evento y que fue sin duda una acontecimiento que dejo honda huella no solo en la feligresía católica si no en todo el pueblo sanjuanense.
Un hecho digno de redactar es que cuando termino la cerebración, la imagen fue sacada por el pueblo para traerla a su templo en el centro de la ciudad en una peregrinación, sin embargo esta estaba prohibida y a pesar de esto se realizó; cuentan las crónicas que al pasar por el cuartel militar que se encontraba en la antigua Calle Real, los soldados al ver la multitud de personas que regresaban con la imagen de Nuestra Señora, salieron del cuartel y rindieron honores a la bella imagen que recién estaba coronada. Así ahora San Juan del Río, recuerda los setenta y dos años de este gran acontecimiento digno de tenerlo presente en nuestra memoria.