Gobernar a un país incendiado con una oposición de 47% no será tarea fácil. Como en Europa, en Estados Unidos el extremismo, la violencia y la intolerancia están creciendo y harán falta más que mensajes de buena voluntad para tranquilizar a la multitud enardecida
Efrén García García/Cuenta regresiva
En un hecho sin precedentes, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó este miércoles a favor de iniciar el proceso de destitución del Presidente Donald Trump, acusado de “incitación a la insurrección “.
La minuta fue aprobada por 232 votos a favor, 197 en contra y sólo cuatro abstenciones. Entre el total de votos a favor, se encuentra el de 10 republicanos.
Ahora, la presidenta de la Cámara de representantes, Nancy Pelosi, debe decidir cuándo enviar el proyecto al Senado, que regresará a sesionar hasta el 19 de enero. Es poco probable que lo tome en cuenta hasta que Trump deje el cargo, pero el proceso es relevante, ya que si fuera destituido quedaría impedido para contender nuevamente para la Presidencia, en 2024.
Aunque faltan seis días para que concluya su Presidencia, 74 millones 223 mil 744 ciudadanos y ciudadanas de Estados Unidos votaron a favor de Donald Trump y, en mayor o menor medida apoyan su movimiento MAGA: “Make America Great Again”.
Ya el 6 de enero, vimos cómo la enardecida turba fue capaz de tomar el capitolio y que esa acción derivara en la muerte violenta del policía Brian D. Sicknick, de Ashli Babbitt; Benjamin Phillips; Ri; Kevin Greeson y Rosanne Boyland. Donald Trump es el autor intelectual de esas muertes y alguna responsabilidad deberá asumir por ello.
Gobernar a un país incendiado con una oposición de 47% no será tarea fácil. Como en Europa, en Estados Unidos el extremismo, la violencia y la intolerancia están creciendo y harán falta más que mensajes de buena voluntad para tranquilizar a la multitud enardecida. Así que Joe y Kamala recibirán el 20 de enero una bomba de tiempo a desactivar de inmediato, por el bien de la humanidad.
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