Todo eso es el legado que deja Donald Trump, quien en su vida personal también se ha visto envuelto en todo tipo de escándalos: abuso sexual, evasión de impuestos, llamada de intimidación a sus alternos y luchas encarnizadas
Carlos Olguín
A unos días de que se dé el cambio oficial en la presidencia de nuestro vecino del norte, al que tanto Trump como AMLO anunciaron que no asistirán. Para empezar con el pie derecho en el nuevo gobierno norteamericano no reconocimos el triunfo del electo Biden, a la par de Rusia. Hasta Venezuela reconoció el triunfo antes que nosotros, esperemos a ver cómo es la relación con nuestro vecino que sobra decirlo, nos tiene en sus manos, en una relación totalmente asimétrica. Muestra de ello es el muro humano que construimos por amenazas en la frontera sur y que si terminamos pagando, tal como lo prometió Trump en campaña.
Aquello nos demuestra que la democracia es capaz de llevar al gobierno a un personaje como Trump, pero también de sacarlo de una forma pacífica, y termina su gobierno de la forma en la que comenzó hace 4 años, con un discurso de odio que encontró eco, pero también con trampas que fueron objeto de una investigación por el fiscal especial Robert Mueller que dejó al descubierto intervención rusa en las elecciones de 2016, lo que quedo impune.
Menospreciar el cambio climático abandonando del acuerdo de París, retirar el apoyo a la OMS por no reconocer las locuras que quería, que no tenían sustento científico alguno, recomendar a la gente tomar cloro como vacuna contra el COVID-19, destituir al encargado de la pandemia en medio de la etapa más critica, el doctor Fauci, retirar las tropas del medio oriente dejando a las poblaciones de aquella región a su suerte, amenazar y reprimir los movimientos por la violencia en contra de la gente afrodescendiente, llamar de manera directa en un debate presidencial a movimientos nazis a soportar para esperar tiempos mejores.
Todo eso es el legado que deja Donald Trump, quien en su vida personal también se ha visto envuelto en todo tipo de escándalos: abuso sexual, evasión de impuestos, llamada de intimidación a sus alternos y luchas encarnizadas.
Pero la toma del capitolio excedió cualquier cosa que hubiera hecho antes. Situarse afuera para no reconocer que perdió, llamar a la gente, que muchas de ellas estaban armadas, a tomar acciones violentas que desencadenaron en 5 vidas perdidas y una escena de caos muy lamentable, parece que no quedará impune pues por segunda ocasión, pero esta con más fuerza parece que tendrá que enfrentarse a la justicia. Veremos en que desencadena esto, pero creo que lo interesante es la lección que deja sobre este tipo de personajes nocivos en el poder, de los cuales hay varios en el mundo, un mensaje de alerta.