En México un poco más del 25% de la energía viene de fuentes renovables
Hugo Lora
Si no lo vivimos, lo escuchamos. El 28 de diciembre 1 de cada 4 usuarios de energía eléctrica en México se quedaron sin luz. Este apagón ha sido un tema muy controversial las últimas semanas ya que ha involucrado documentos falsificados, fuertes declaraciones y otro intento por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de sacar del juego energético a los jugadores renovables.
La CFE, el mismo día del incidente, publicó un documento hecho por Protección Civil del estado de Tamaulipas en el que se explicaba que un incendio en un pastizal provocó la falla de al menos 16 centrales eléctricas, ante un desbalance entre el consumo y la generación de energía, el cual resultó ser falso. En conferencia de prensa los directivos de la empresa estatal explicaron que si hubo incendios pero que estos no provocaron las interrupciones en el abasto de energía y es aquí donde se dieron a notar las intenciones de la CFE. Estos argumentaron que estas fallas en el sistema fueron causadas por el exceso de generación renovable en el país. Ahora, Manuel Bartlett informó que al Centro Nacional de Control de Electricidad (CENACE), operador del sistema eléctrico, que saque de operación parte de la generación de las centrales verdes (energía eólica y solar). Según lo dicho por el directivo esto se hará para darle confiabilidad al sistema eléctrico del país. Pero, ¿es justo culpar a las energías renovables por esto? Definitivamente no.
En México un poco más del 25% de la energía viene de fuentes renovables y la intermitencia de la generación de estas no tiene nada que ver con el desbalance, pues si no hay sol o viento hay servicios de potencia que respalden la generación y en caso de que se genere de más también existen controles. En otros países la penetración de las energías limpias es mucho mayor y no suceden los mismos apagones, lo que nos hace pensar que esto pudo haber sido un error humano aprovechado por la CFE para hacer lo que desde el principio de esta administración se está intentando, sacar a las energías renovables de México.
Sabemos que existe un fuerte interés por parte de la Federación en perpetuar el uso de combustibles fósiles como principal fuente de producción energética en el país, un ejemplo claro es el son las compras de carbón hechas por el Senador morenista Armando Guadiana para venderle a CFE. De lo que no ha logrado darse cuenta este gobierno es que el cambio es inminente y que, aunque se resistan las energías renovables son el futuro de la generación en el mundo. Lo peor es que no se dan cuenta de que esta resistencia solo está causando desconfianza e incertidumbre, además de muchísima contaminación. En fin, políticos viejos con ideas viejas en un país que definitivamente ya no los necesita.