Las compras online generan otras costumbres que con el tiempo derivan en otros ventajas y desventajas
Seth Pérez
La mayoría de las empresas luchan contra el robo hormiga, un enemigo pequeño pero oneroso y poderoso, que genera en algunos casos perdidas que provocan la bancarrota. Los supermercados quieren evitar los hurtos de productos por clientes o empleados, pero ahora otro enemigo está minando los costos de las organizaciones: las devoluciones.
Posterior al éxito de las ventas en línea, en algunas categorías los costos que parecían ser menores que la nomina y la renta comienzan a elevarse por devoluciones que responden a diversos factores. Los defectos en los productos son la principal causa que derivan del productor o del transportista, pero no pueden negarse las empresas a cambiar un producto. En productos pequeños el costo del transporte corre a cargo de los clientes, pero en refrigeradores, lavadoras, muebles y productos enviados a domicilio, debe ser cubierto por la empresa.
Algunas grandes empresas garantizan que si no te gusta el producto se encargan de cambiarlo gratuitamente, pero a nivel masivo puede generar perdidas y se suma al costo de transporte, el de logística, inventario y administrativo. Las compras online generan otras costumbres que con el tiempo derivan en otros ventajas y desventajas. Por ahora empresarios y clientes podemos padecer el problema para cualquier cambio o devolución. ¿Usted lo ha sufrido?