Ha sido un año de duro aprendizaje y hasta colaboraciones de amistades que me han acompañado en algunos temas
Raúl Lorea
Este año que termina, probablemente sea uno que muchos queremos olvidar, que nos marcó para siempre y que nos obligó a cambiar nuestra forma de vida.
En este espacio, amable lector(a), he escrito sobre aspectos de las ciudades que, alrededor del mundo, han sido modificados en beneficio de la salud pública. Aspectos sencillos como peatonalizar calles, implementación de ciclismo urbano “emergente” como una alternativa al transporte público, compras en comercios locales, sin dejar de lado temas relevantes como las marchas feministas, barreras urbanas, perspectiva de género, activismo social, etc.
Gracias a la interacción en twitter, también abordé temas como el curioso origen del “rosa mexicano” para nombrar al magenta (16 de julio de 2020), la cual fue mi colaboración favorita de este año.
La historia de cómo es que celebramos el 3 de mayo en el mundo de la construcción mexicana, (7 de mayo de 2020), que fue mi segunda colaboración favorita del 2020.
Las participaciones con el Consejo de Urbanismo y Movilidad del Municipio de Querétaro (desde 2017) y el recién creado grupo Promotores Q500, ambos integrados por grandes activistas y académicos de quienes he aprendido tanto.
Ha sido un año de duro aprendizaje y hasta colaboraciones de amistades que me han acompañado en algunos temas enriqueciendo este espacio al compartirnos su perspectiva desde sus profesiones y experiencias personales.
Gracias a todas y a todos, principalmente a quienes me leen. Deseo que tengan un excelente año 2021.
Arquitectura y ciudad..