Las políticas públicas que se decidan para nuestras ciudades deberán ser una solución a los problemas locales, pero pensando siempre en el futuro global
Cipriano Navarro/Consejo Ciudadano de Urbanismo
@ConsejoUrbanQro
El notable intento de las Naciones Unidas por mejorar las condiciones del planeta se plasmó en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, encomendando a los Estados Nación ocho grandes tareas en pro de la humanidad. Estas metas fueron un referente mundial entre 2000 y 2015. Encomendados a los países, los objetivos estaban concentrados en las personas con temas como hambre, educación y salud.
Para 2015, se extendieron en la Agenda 2030 a 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS17) que buscan mejorar las condiciones del planeta en temas como el trabajo y la prosperidad, así como el cuidado del medio ambiente, considerando al territorio que habitamos todos los días. Este enfoque a escala local, pone una gran responsabilidad en las acciones que tomen nuestros líderes, siendo que el futuro de nuestro planeta es el futuro de nuestras ciudades.
Los alcaldes – quienes disponen de los recursos locales y atienden los problemas de la ciudad – tienen hoy, más que nunca, la enorme tarea y responsabilidad de llevarnos a un mejor mañana, guiándose siempre por los ODS17. Por lo tanto, las políticas públicas que se decidan para nuestras ciudades deberán ser una solución a los problemas locales, pero pensando siempre en el futuro global.