Cuando varias personas se organizan para una causa común, sin importar que se trate de algo muy sencillo (como plantar algunos árboles), se puede hablar de una interacción social elaborada
Raúl D. Lorea/Columnista
@ArqLorea
En esta semana hice un par de ejercicios en twitter para conocer si las personas que hacen favor de seguirme son partícipes de algún tipo de activismo en favor de la comunidad. Con sorpresa recibí respuestas hasta de colectivos ciudadanos en todo tipo de causas: ecología, diversidad, apoyo a comunidades rurales, equidad de género, seguridad, sumando por supuesto, las actividades más locales como participación en las escuelas de los hijos, en la asociación de colonos u organizando a los vecinos para compra de cámaras, rejas, lámparas, etc.
Cuando varias personas se organizan para una causa común, sin importar que se trate de algo muy sencillo (como plantar algunos árboles), se puede hablar de una interacción social elaborada.
Citando al Consejero Matías Durán podemos hablar de una “interacción social de 2º orden”, donde ya la sociedad se organiza y actúa creando un entorno que podríamos denominar como “red social”, y podría ser física, virtual o territorial con los componentes de dar y recibir, en favor de la causa.
Con lo anterior, amable lector(a), pretendo invitarle a que dejemos a un lado la idea de que “participación social” se resume únicamente a la jornada electoral de cada 3 años, que todos podemos apoyar o sumarnos a una causa, transmitir un mensaje o gestionar algo entre vecinos o con las autoridades, realmente podemos todos ir sumando esa interacción y crear sinergia positiva por nuestra ciudad, nuestra calle, la escuela de nuestros hijos o nuestro entorno futuro.