Los estudiosos de la comunicación no verbal afirman que solo el 7 por ciento de nuestra comunicación es a través de palabras, mientras que el otro 93 por ciento es no verbal
Jhaneffer Ortega / Profesora del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro
Hace unos meses, una mujer realizó una videollamada a una amiga, supuestamente para solicitarle la receta de un pan de plátano. Sin embargo, durante la corta llamada, la amiga notó que la mujer le hizo un gesto particular: le mostró la palma de la mano, dobló el pulgar hacia adentro y cerró la mano para formar un puño.
Seguramente muchos no lo sabíamos, pero esta es una señal para pedir ayuda. La mujer estaba sufriendo abuso. Esta experiencia es una muestra de la importancia de reconocer, descifrar y responder a las señales que envía el lenguaje no verbal.
Los estudiosos de la comunicación no verbal afirman que solo el 7 por ciento de nuestra comunicación es a través de palabras, mientras que el otro 93 por ciento es no verbal; es decir, el tono de voz, los gestos, los movimientos y las expresiones son aspectos esenciales al momento de trasmitir un mensaje.
Entonces, ¿para qué entrenarse en lenguaje no verbal? A un policía, le permite detectar si el agresor está armado; a un profesor, a identificar si su estudiante está entendiendo; a un reclutador, si el postulante está mintiendo; a un chef, si a su comensal le ha gustado su platillo; a un deportista, para predecir las acciones de su adversario; a un orador, a un psicólogo, a un doctor, a un abogado y en general, a todos.
Así, es útil para saber cómo actuar o cómo reaccionar ante ciertos eventos, descubrir una mentira, salir de un apuro, superar barreras culturales, relajar el ambiente, detectar malas intenciones e incluso, salvar la vida.