El valor de la acción social es enorme si logra los pequeños cambios relevantes en lugar de esperar grandes movimientos sin efectos
Seth Pérez
La idea de que la medicina elimina la enfermedad es similar a muchas otras creencias que le dan características mágicas a un remedio y esto puede ser contraproducente o hasta peligroso. Declarar un ganador de cualquier proceso electoral no implica que lo prometido se cumplirá inmediatamente. Tampoco es garantía de no se pagarán costos de las nuevas medidas o que puedan ser menores del beneficio esperado. ¿Por qué tardan tanto los cambios o muchos no logran ser realidad?
Poco se habla del cambio cultural entre muchas otras razones porque requiere de mucho tiempo, esfuerzo y un verdadero compromiso. Otras palabras como congruencia, honestidad, transparencia, motivación, humildad, autocrítica y valor; están relacionadas con este cambio, pero poco tienen que ver con política, acuerdos, negociación y pragmatismo. Un artículo de Walker & Soule de 2017 publicado por la revista Harvard Business Review tiene un título que lo dice todo: Para cambiar la cultura de las organizaciones se requiere un movimiento, no un mandato.
Para los optimistas en pocos meses todo el mundo podrá cambiar por los cambios en varias presidencias pero la realidad nos mostrará algo diferente. Si queremos un verdadero cambio no podemos esperar nuevos mandatos, el compromiso se aplica en pequeñas acciones pero aplicadas por la mayoría, que sean consistentes y en la misma dirección. El valor de la acción social es enorme si logra los pequeños cambios relevantes en lugar de esperar grandes movimientos sin efectos. ¿Usted qué va a empezar a cambiar?