Sí por México integrado por 380 organizaciones civiles que trataban de instalar sobre la mesa una agenda para México distinta a la que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador
Daniel Lizárraga/Columnista
La organización llamada Sí, por México se ahorcó con su propia soga. Dicen las noticias que todavía no cumplían un mes de presentarse en público cuando amaneció colgada de un árbol víctima de los comensales recién invitados como sus camaradas: el PRI y el PAN.
Sí por México integrado por 380 organizaciones civiles que trataban de instalar sobre la mesa una agenda para México distinta a la que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, perdieron el rumbo cuando abrieron la puerta a los políticos priistas cuyos dirigentes, senadores, diputados y hasta gobernadores defendieron a dentelladas al equipo del expresidente Enrique Peña Nieto, que cometieron actos de corrupción por millones de dólares.
Una de las cabezas visibles de Sí por México, el filántropo Claudio X González dio la bienvenida a los tricolores pasando por encima de cientos de miles de personas, quizá millones, que en la última elección presidencial castigaron a los priistas porque ese régimen ensombreció a este país.
Poco se puede rebatir a los usuarios de las redes sociales por esta actitud cuando en su organización más reciente, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el equipo de investigaciones periodísticas reveló casos como La Estafa Maestra, Capufe Leaks y, sobre todo, los negros negocios de Odebrecht cuando la mayoría de la prensa nacional aún no se enteraban de qué iba la cosa con este gigante de la construcción brasileño que sacudió a América Latina con sus sobornos para conseguir contratos o financiar campañas electorales.
El saqueo a las finanzas públicas no tuvo límite, pero ahora los priistas van locos de contentos con su cargamento a la convención nacional del Sí por México, el próximo domingo 8 de noviembre.
¿Con qué cara se presentarán los representantes del PRI? Es difícil saberlo, pero más incomprensible es que hayan recibido una invitación como si fueran parte de una gran familia. Olvidar los agravios de ese partido no muestra más que un afán de unirse contra el régimen de López Obrador, no importa quién tire de la cuerda. ¿Qué puede proponer o tomarse en serio del PRI? ¿Piensan que la gente los va a tomar en cuenta?
Pero no conformes con el hedor priista también sumaron al PAN, en uno de los peores momentos. No sólo por su poca credibilidad y la endeble estructura interna, sino porque desde Estados Unidos han colocado en el banquillo de los acusados a los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón ante la colaboración o, por lo menos, penetración del narcotráfico a través de la figura de Genaro García Luna.
Y, por si esto fuera poco, todavía faltan por desarrollarse los juicios que vengan sobre el caso Odebrecht. La corrupción emprendida por esta poderosa constructora brasileña igual sobornó a personajes del gobierno de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto.
Además, otro pendiente será la consulta para el sí o el no, en los juicios contra expresidentes. A pesar de la polémica política y legal, esto ya no tiene macha atrás. ¿Cuál será la postura del Sí por México cuando ellos mismos invitaron a la mesa a los partidos que, en su momento, tanto defendieron a los regímenes causantes agravios?